Descripción
Entre las muchas almas de la iluminación artificial, Federico Delrosso prefiere la luz emocional antes que la tecnológica o la decorativa. Con la inclinación de la pantalla de la lámpara de sobremesa Palpebra de Davide Groppi, que casi limita la difusión de la luz hacia abajo, Federico Delrosso ha buscado recrear esa sensación boyante y agradable de la luz que se filtra por una ventana semicerrada, o de una mirada luminosa que se abre lentamente al mundo.
La lámpara Palpebra expresa una curiosa ingravidez con su pantalla desequilibrada, de forma cónica, que ofrece una fuente de luz indefinible, que se pierde en su propia sombra. Su forma recuerda a la de un antiguo candelabro o a la de un megáfono, y funciona por contrastes. Invirtiendo el positivo y el negativo, capta astutamente la magia de la luz en la oscuridad y transmite la emoción del contacto y la distancia que suelen establecer la imaginación y la realidad.
Detalles: Acabado blanco mate.
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