Descripción
Las lámparas se han formado históricamente para cubrir diferentes fuentes de luz, como la bombilla, y para actuar como un reflector para dirigir la luz. Debido a la forma física y al tamaño de la fuente de luz, el artefacto de iluminación en sí tenía un tamaño significativo.
Hoy, gracias a la nueva tecnología, las fuentes de luz de tamaño casi cero ya no limitan el tamaño y la forma de la lámpara. En consecuencia, la minimización se ha convertido en la norma de diseño. Sin embargo, con los colgantes en particular, la lámpara siempre ha jugado un papel adicional. Aparte de proporcionar luz, da forma a la habitación. La lámpara que cuelga del techo, a menudo sobre una mesa, crea una habitación dentro de la habitación.
En la lámpara suspendida w151, de Claesson Koivisto Rune para Wästberg se recupera la calidad de configuración de la habitación, no con una lámpara, sino con tres. Basada en las formas geométricas más básicas, el cono, la lámpara viene en tres variaciones: la alta y la estrecha, la arquetípica y la baja y ancha. Las tres son de gran tamaño, superando los límites del aluminio fabricado. Además de la calidad de la luz, la característica de esta lámpara es su tamaño. Combinada con un control cuidadoso de los detalles y los acabados mate tipo papel, la lámpara es casi ilusoria.
Detalles: Precio para el modelo S3 en acabado purple red.
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